sábado, 16 de agosto de 2014

no llorés mad madelén no llorés el recorrido del tren al menos no varía, es probable que llegues a roscantinopla a eso del mediodía y te encuentres con gente esperando en los bancos de cemento, comiendo panchitos con papitas pai pegadas a la mayonesa y camines como siempre, por suerte, pensando siempre
lo mismo
que no es como pensar
muy profundo
sino ver los cartones donde sirven los panchitos
manchados de grasa y mayonesa y papas pai cada vez
cubriendo más
el corredor de la estación hasta los molinetes
duros
hace tiempo
y los pases con cuidado, de costado por al lado
volviendo a pensar que
es una suerte que todavía mantengas relleno ese culo,
un culo de asientos de trenes y de caminatas y de subir puentes
madelén
a veces subir puentes madelén con los ojos chinos
madelén tirada en la cama subiendo puentes pensando en llegar
a roscantinopla para irse pronto en el barquito que sale
a las dos de la tarde y avanza lento sobre agua sucia
eso te trae recuerdos
románticos
como todo
te trae recuerdos
románticos
y mientras rompés papelitos de boletos y panfletos con
fric
frac
maquinal
y la yema de los dedos húmedas de nervios
los soltás
los trocitos y ensayás
una nueva perspectiva positiva
una respiración consciente un
relato objetivo de los hechos
quitando
axiomas y deseos y anotás
en tu libreta yo quiero escribir lo que no veo
me gustaría ver lo que no veo
escrito
verlo me
visualizarlo tener
la capacidad de erigir hologramas de ciudades que no
apesten a mostaza y aceite callejero
sino un puente
me gustaría no llorés
me gustaría un hombre no llorés un caliente no llorés así
por nada por pensar que no llegás
si llegás madelén si te esperan
familiares que preguntan cómo estás
si te sentís
feliz
con tus rutinas diarias si hacés
cada tanto una escapada a punta lara
en temporada de pesca y ves
subir pescados desde lejos
como magia como si no
hubiera una tanza con un anzuelo que se les hubiera clavado
en el paladar pescado
y mientras reducís
a polvo las piedritas de tierra
los terrones de azúcar tu cabeza
madelén ahí están
esperándote en los bancos de cemento es hora
de comerte un panchito y sentir
un sabor picantoso que te pinte las mejillas es
tan bueno que te vean bien
saludable contenta
con un culo alimentado
mostrando fotos de paisajes
sacadas desde un bondi deciles
estuve aquí
aquí aquí
este es mi
compañero se llama
pescado y no habla
porque tiene un anzuelo y porque
preferiría tener los pulmones
inundados de agua y no de oxígeno,
trátenlo bien
él tiene
la sospecha de que pronto
lo comeremos frito y lo acompañaremos con cerveza
y a él
no le gusta la cerveza ni verme llorar madelén
y sabe que si muere y es picado
o marinado y puesto en
 sartén y en una fuente
vos vas a llorar y sentir asco
¿por qué siempre lo mismo a mis pescados? no quiero no gracias
pero sí voy a tomarme una cerveza,
tía monjita sirve la cerveza y dice
si no hacíamos esto, madelén,
tu compañero iba a pudrirse.

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